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Los caninos del Clan. Lizzy

agilityclan
18 abr 2017
2 Min. de lectura

El año 2016 vio nacer a parte de los ejemplares de la nueva era del Clan. De esta forma, el año pasado trajo al mundo lo que en el equipo conocemos como la Generación 2016. De este novato grupo les presentamos a Lizzy, la Border Collie de Cinthya.

Nuestro Club es bastante joven, tanto así que el pasado A&C Santiago 2017, fue el primero en el cual tuvimos representantes vistiendo la camiseta roja de Chile, por lo que para muchos de los nuestros éste fue el primer acercamiento en vivo a un evento de tal magnitud. Mucho se puede ver en internet en cuanto a carreras, o bien vía streaming, conversar de las experiencias en eventos pasados, pero nada de ello iguala a vivir la experiencia en primera persona, tal vez no en pista, pero si tras bastidores, apoyando a la organización. Este fue el caso de nuestra Presidenta, Cinthya. Una experiencia que sin duda te marca como competidor, te hace soñar, te invita a proyectar y a vivir de la misma pasión con tanta gente de otros países.

Terminado el A&C, el único tema posible era el gran evento que dejábamos atrás y, junto a ello, el trazar líneas de lo que será la ruta para la siguiente estación, Argentina 2018. Dentro de este contexto nos encontramos con que el lunes pasado, se cumplió el 1º año de vida de Lizzy, lo que no hizo más que aumentar la energía de lo que era el tema agility del momento, los A&C.

El día en que Lizzy llegó a su casa para iniciar esta aventura junto a Cinthya.

Ya pasado un año de su nacimiento algunas han cambiado... ahora no es tan fácil tomar a la cachorra en brazos :)

Lizzy es la segunda partner en Agility de Cinthya, el mayor es Skipper (Beagle), el primer perro Midi del club. En este primer año de vida las vivencias han sido diversas, no sólo por pasar de un perro Midi a uno Large, si no por hacerlo de un macho a una hembra, de revisar procesos, de evaluar técnicas, de comprender en primera persona que los métodos que resultaron antes con uno, no necesariamente resulten con otro, en resumidas cuentas, de conocer a este nuevo miembro de la familia, de descubrir sus tiempos, sus formas de aprender, sus sensibilidades, sus fortalezas y transformase en su máximo ser de confianza.

Hablamos de un camino lleno de experiencias, uno que además recién comienza para Cinthya y Lizzy. Una ruta que sin duda cuenta con un sin número de pruebas, de alegrías, de trabajo, pero que son tremendamente necesarias para seguir afianzando y fortaleciendo el lazo que las une, un lazo construido en base a cariño, a paciencia y a las ganas de conocerse para poder formar un equipo más allá del deporte, hablamos de un equipo de vida.